En este artículo encontrarás 7 señales de estrés en niños que pueden indicar que nuestros hijos/as están atravesando una situación difícil y que necesitan nuestro apoyo o la ayuda de un psicólogo infantil. También hablaremos de 6 cosas que podemos hacer los padres, madres y cuidadores para ayudarles.
Los niños y niñas expresan el estrés de forma diferente a como lo hacemos los padres y las madres. Cuando los adultos estamos tristes o estresados, por lo general, podemos explicárselo a las personas cercanas relacionando nuestras emociones con los sucesos difíciles de nuestra vida. Por ejemplo, podemos decir:
“Lo siento si estoy borde, estoy muy estresada porque tengo problemas en el trabajo”.
“Quizá me veas triste y sin ganas, mi abuela está enferma y estoy muy preocupado por ella”.
Sin embargo, los niños pequeños, por lo general, no tienen la experiencia o las palabras para expresarse de esta manera, no saben que están teniendo estas emociones. Por este motivo, el modo de expresarlas es otro: suelen mostrar sus sentimientos cambiando su comportamiento.
7 señales de estrés en niños
- Lloran mucho o se enfadan por pequeñas cosas como no ver su programa favorito.
- Se niegan a separarse de los padres
- Se niegan a ir a la escuela
- Se pelean continuamente con sus amigos o hermanos
- Dicen que nadie los quiere
- Tienen problemas con cosas que ya habían superado, por ejemplo hacerse pipí encima.
- Tienen pesadillas o Terrores Nocturnos muy a menudo.
Estas 7 señales de estrés en niños están indicando que los niños y niñas se sienten estresados o tristes por alguna situación.
¿Qué podemos hacer los padres y las madres para ayudarles?
- Reconocer cambios en el comportamiento. Algunos cambios de comportamiento como los anteriores pueden indicar que nuestro hijo/a tiene problemas emocionales y necesita nuestra ayuda.
- Dedicar unos minutos al día para jugar con nuestro hijo/a. Jugar juntos y hablar de lo que ellos quieran es una forma de calmar a los niños cuando están molestos. Les ayuda a sentirse seguros y queridos.
- Hablar con los niños sobre los sentimientos. Enseñarles los nombres de las emociones y los sentimientos. Hablar sobre cómo tú te sientes, por ejemplo:
“Me siento triste porque la tía está enferma”
“Me siento alegre cuando tratas bien a tu hermana”
- Comunicación con otros adultos involucrados en la educación.
Explicarles a otros adultos que cuiden de nuestro hijo lo que le sucede. Esto puede ayudar a maestros, familiares o canguros a tratarlo de la mejor manera si saben lo que está sucediendo.
- Durante las pesadillas
Las pesadillas son episodios angustiosos de los que se suelen despertar asustados, nerviosos, con miedo. Recuerdan lo que han soñado y pueden describirlo. En ese momento lo mejor es dar apoyo, palabras cariñosas, hacerles sentir acompañados y seguros. Escuchar la pesadilla sin restarle importancia, y explicarle que son malos sueños. También podemos usar “elementos mágicos”, objetos con los que dormir y que les transmitan tranquilidad.
- Durante los Terrores Nocturnos
Los terrores nocturnos son episodios repentinos de terror. Son muy angustiosos, ya que hay gritos, llanto, ojos abiertos a pesar de estar dormido, mirada fija, puede levantarse de la cama, dar manotazos, patadas. Resulta sorprendente para los padres que al día siguiente el niño no recuerde nada. En estos casos, lo mejor es no despertarles, acompañarles para que no se hagan daño y esperar con paciencia a que el episodio acabe sin intervenir.